INGREDIENTES:
400 g Bacalao (desalado)
1 Cebolla
2 Pimientos verdes (tipo Italiano)
2 Ajos
1 Ramillete perejil (fresco solo las
hojas)
4 Huevos
Aceite de oliva
Sal (opcional)
MODO DE PREPARACIÓN:
Lo
primero que tenemos que hacer es desalar nuestro bacalao, para ello lo tenemos
que tener, previamente 24 horas en agua, cambiándosela por lo menos 2 o 3 veces, normalmente cada 8
horas. Una vez que el bacalao este desalado, lo desmigamos y dejamos escurrir
bien, si fuera necesario, lo podemos secar con un poco papel de cocina.
Mientras tanto vamos a preparar el resto de ingredientes, para realizar nuestra
receta. Pelamos y picamos nuestra cebolla, en trocitos pequeños, lo que se
conoce como brunoise, picándola de esta forma queda mucho mas fina una vez
pochada. Una vez picada nuestra cebolla, picamos de la misma forma nuestros,
pimientos verdes, quitándoles todas las semillas y los nervios blancos de su
interior. Seguidamente pelamos y picamos finamente los dos ajos y por ultimo
picamos, muy finamente, el ramillete de perejil.
A continuación ponemos en una sartén
2 o 3 cucharadas de aceite de oliva, llevamos al fuego (no muy alto) y añadimos
a la sartén, la cebolla y el pimiento, que hemos picado anteriormente. Sofreímos
dándole vueltas de vez en cuando con una cuchara o tenedor de madera, unos 5 o
6 minutos hasta que veamos que la cebolla y el pimiento, se pochan un poco.
Seguidamente añadimos a la sartén los ajos picados y el perejil, seguimos
pochando un par de minutos, para que se sofría todo junto, pero que nos quede
con color verde. Pasado este tiempo retiramos del fuego, y con ayuda de un
colador, ponemos a escurrir para que suelte bien el aceite del sofrito y evitar
que nuestra tortilla, tenga exceso de grasa.
Una vez escurrido pasamos a preparar nuestra
tortilla, para ello ponemos en un bol los cuatro huevos y batimos bien,
añadimos el bacalao desmigado, que teníamos escurriendo y el sofrito, mezclando bien todos los
ingredientes. En este punto podemos comprobar de sal y si fuera necesario,
salamos un poquito.
A continuación ponemos en una sartén un poco de aceite de
oliva y cuando este caliente, vertemos el contenido del bol, para cuajar
nuestra tortilla, cuando veamos que esta cuajada por un lado, y con cuidado de
no quemarnos, le damos la vuelta, con un plato grande, para cuajarla, por el
otro lado.
Tenemos que procurar que quede cuajada pero jugosa por dentro. Por
eso es conveniente cuajarla con fuego medio.
Una vez cuajada solo nos queda, disfrutar de esta rica y jugosa
tortilla, si puede ser con un poco de sidra natural, mejor todavía.