INGREDIENTES:
para18 canelones
400 g. de pescado blanco (merluza, pescadilla, rape, etc.)
1 cebolla mediana
1 puerro, parte blanca
1 calabacín pequeño
100 g. de queso para gratinar
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta negra, al gusto
Para la bechamel: 500 ml. de leche entera
60 g. de harina
80 g. de mantequilla
Nuez moscada y Sal
MODO DE PREPARACIÓN:
Preparación del relleno de los canelones de pescado
Pelamos la cebolla y la troceamos en ‘brunoise’ menuda. Del puerro aprovecharemos la parte blanca. La cortamos en cuatro y picamos fino, de tamaño similar a la cebolla. Pelamos el calabacín y lo troceamos en pequeños dados.
En una sartén con un poco de aceite de oliva, echamos las verduras y sofreímos 5 minutos a fuego medio para que vayan ablandando. Salpimentamos al gusto. Bajamos el fuego y pochamos otros 10 minutos hasta que estén bien hechas.
Picamos la merluza en dados, pequeños pero tampoco mucho, ya que queremos luego encontrarnos los trozos al comer los canelones. Salamos y la añadimos al sofrito, cocinamos unos 5 minutos.
El pescado quedará en su punto en poco tiempo, y no queremos machacarlo demasiado. Retiramos de la sartén, escurriendo el exceso de aceite, y reservamos. Necesitamos que el relleno esté frío para cuando llenemos los canelones.
Preparamos la bechamel.
El montaje y horneadoUna vez fríos los canelones y el sofrito de pescado, nos ponemos con el montaje. Añadimos un poco de relleno en uno de los extremos de la placa de pasta y enrollamos con cuidado. Escogemos una fuente rectangular de horno, extendemos una fina capa de bechamel y vamos colocando los canelones rellenos, dejando un poco de espacio entre ellos.
Precalentamos el horno 10 minutos a 200º C. Vertemos por encima de la pasta el resto de la bechamel ligera, cubriendo por completo. Esparcimos el queso para gratinar en la parte superior.
Horneamos 15 minutos a 200º C y 5 minutos más con la función grill activada, para que se nos dore y gratine el queso.
El plato sale muy caliente del horno, por lo que hay que esperar unos minutos para que enfríe y coja consistencia. Como toque final, cada comensal puede añadirle más queso y/o echar pimienta negra recién molida.